Para estar protegido al realizar un viaje hay muchas opciones que se nos presentan. Para poder escoger entre ellas es necesario dedicar unos minutos a investigar qué ventajas ofrecen.

Al pagar con tu tarjeta un viaje, puede que dispongas de una cobertura mínima para tu trayecto. Este tipo de coberturas son bastantes escasas y no incluyen los mínimos obligatorios que exigen muchos países.

Es el caso de Estados Unidos, donde se aconseja viajar con una cobertura al menos de 50.000 dólares. Esto es debido a los altos costes que requieren los servicios médicos del país.

Del mismo modo, otros destinos disponen de cuotas médicas muy elevadas que correrían, en su mayor parte, a cuenta del pasajero. Los gastos sanitarios que cubren las tarjetas bancarias son de muy baja relevancia y, en caso de urgencia, es muy probable que el viajero se quede sin un respaldo sólido.

Otros servicios que suelen ofrecer son cobertura en caso de fallecimiento, robo o extravío de equipaje y seguros por accidente. Aunque pueda parecer una buena opción ya que se adquiere de manera “gratuita”, es recomendable leer las condiciones y casos en los que se realiza la cobertura.

Este tipo de coberturas son estándar y no diferencian entre pasajeros o destinos, es por este motivo que la protección de las tarjetas de crédito es bastante incompleta.

Lo mejor para evitar cualquier percance es contratar un seguro de viaje. Con este tipo de pólizas estarás cubierto las 24 horas diarias en ámbito médico, hospitalización, medicinas, cobertura legal, tramitación de mensajes y muchos otros servicios más. 

En AseguraTuViaje trabajamos con las mejores compañías que se encargan de reespladarte ante cualquier inconveniente.